Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

lunes, 20 de julio de 2009

Un novio para mi mujer

No andaba yo para cine español, ni para versiones subtituladas, que la adaptación a las gafas progresivas está siendo lenta. Como no vi nada de cine mudo programado, me metí a ver una argentina: Un novio para mi mujer, de Juan Taratuto, el mismo director que tuvo éxito con No sos vos, soy yo.

Dependiendo con que ojos se mire la peli puede ser una comedia o un drama en toda regla. El asunto es el amor, o mejor el desamor, o mejor la incomunicación que se instala en las parejas a causa de la rutina. El desconocimiento de la persona con la que convives por la falta de sinceridad, por los miedos.


Es destacable la interpretación que Valeria Bertucceli hace de su personaje, La Tana, una treintañera en estado de cabreo permanente las 24 horas del día. Un estado que se le termina haciendo insoportable a su marido, El Tenso, interpretado por Adrián Suar. El Tenso se siente solo y, además augura un futuro lleno de infelicidad.

Así las cosas, El Tenso no tiene valor para decirle a su mujer las tres palabras mágicas: "me quiero separar" y, en vez de decidir lo que habría sido lógico en una de misterio, el asesinato perfecto, considera más oportuno contratar a un tipo, El Cuervo Flores, interpretado por Gabriel Goity, para que seduzca a La Tana y termine siendo ella la que pida la separación.

La Tana, gracias a las retorcidas pero infantiloides conspiraciones de su marido logra un trabajo, gracias al cual su autoestima gana enteros y su permanente insatisfacción ve una luz al final del tunel. Un trabajo que la permite, además, dar rienda suelta a su difícil carácter. Todo hay que decirlo, en sus discursos, La Tana suele tener más razón que un santo.

La cuestión es que como el amor no es una ciencia exacta, las cosas no salen según lo previsto. Y hasta ahí puedo leer. Parece que en Argentina las comedias sólo ocupa un 5 % de la producción total, pero aquí sólo nos llegan estas. En el caso de Un novio para mi mujer ha arrasado en las taquillas del país hermano. La peli se deja ver, está en la linea de No sos vos, soy yo, en la que el hombre tiene bastante de panoli, inmaduro. El problema es que los que tenemos poca personalidad salimos hablando con acento bonaerense. Che, ¿viste?


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