Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

lunes, 29 de julio de 2013

Felipe Serrano y el Tamayazo

Felipe Serrano, su libro y una bici en una foto de FRAN LORENTE.
Un día de hace tres años entrevistaba a Felipe Serrano, periodista en la cadena Ser, a cuento de un interesante libro sobre los 200 años del Hotel Ritz, donde trabajó como camarero en su juventud. Ese mismo día de la entrevista, recuerda Serrano, Eduardo Tamayo fue a la Puerta del Sol para reunirse con Esperanza Aguirre porque tenían “supuestamente” una cita. Ahora acaba de publicar El tamayazo. Crónica de una traición, coincidiendo con el décimo aniversario de aquel golpe a la democracia. Si PSOE e IU hubieran accedido al poder en Madrid tal como clamó la voluntad popular no estaríamos donde estamos con Caja Madrid, con los horarios comerciales, con las privatizaciones sanitarias y el golpe a la enseñanza pública… Quizá detrás del tamayazo, que contó con la colaboración de militantes del PP, había muchos más intereses de lo que pensamos. O quizá no. Felipe Serrano ahonda en nuevas claves a través de su libro.

P. ¿Cómo surge la idea de escribir un libro sobre el tamayazo?
R. Principalmente por una necesidad periodística. Igual que ocurrió con el Ritz, aprovecho un aniversario, es este caso el décimo para abordar un asunto que desde el punto de vista periodístico tiene morbo e interés; y desde el punto de vista judicial nunca se había investigado.


P. ¿Cuánto tiempo has trabajado en él?
R. Empecé hace dos años. La primera parte, la más engorrosa, consistió en hacer acopio de la abundante documentación, especialmente del Diario de Sesiones de la Asamblea de Madrid, con motivo de la comisión de investigación. La parte intermedia la dediqué a entrevistas personales y al final intenté encajar el puzle con los numerosísimos datos que había.

P. Con cuántas personas te has entrevistado?
R. Alrededor de medio centenar de personas. No con todos los que hubiera querido, pero hubo algunos que no quisieron atender la petición de entrevista…

P. ¿Quiénes?
R. Por ejemplo, Eduardo Tamayo, Dionisio Ramos y Ricardo Romero de Tejada. Posiblemente son las tres personas que más saben del asunto.

P. Has tirado mucho de hemeroteca. Llaman mucho la atención los interesantes “pies de página”. Contextualizan mucho a los protagonistas además de dar algunos toques culturales de Madrid.
P. No hay tanta hemeroteca, pero sí me hago cargo de que después de tanto tiempo muchas personas no tienen por qué estar al cabo de la calle de lo que ocurrió y me parecía que podía resultar de interés acotar al máximo el terreno para que todo el mundo tuviera una especie de guía, ya que se manejan muchos nombres y corría peligro de que el lector se pudiera perder.

P. Dicen que es una crónica sin ficción y que se dedica a indagar. Yo creo que es un gran reportaje interpretativo, aunque no haya opinión.
R. Intento aplicar periodismo interpretativo sin adornar con muchos adjetivos. La única parte opinativa está en el prólogo y el epílogo.

P. El libro, lógicamente, no está cerrado… No sé si piensas continuar con ello o se trata de una obra imprescindible para que alguien, en un tiempo, siga con la investigación.
R. Solemnemente garantizo que no habrá segunda parte ocurra lo que ocurra… Es obvio que el tamayazo continúa siendo un caso abierto, fundamentalmente porque los que más saben del asunto no han dicho la última palabra. El hecho de que algunos personajes, como María Teresa Sáez, esté empezando a manifestar su malestar por cómo fue tratada por sus compañeros de andanzas, puede abrir una nueva línea de investigación. Creo que ha transcurrido demasiado tiempo sin que se puedan aportar novedades con el agravante de que es una herida abierta de la democracia.

P. En el libro hay una entrevista con el que fuera jefe de los “renovadores por la base” del PSOE, Balbás, con Esperanza Aguirre, con Rafael Simancas, descubre las andanzas de Tamayo… ¿Qué es lo más novedoso que aportas con tu investigación?
R. La salida profesional de Tamayo buscándose la vida en Guinea tiene un componente exótico. A mí me resulta muy llamativo que él en un momento hablara de pactos económicos con la dirección del PP de Madrid y el PP no niega aunque lo desmiente. También me resulta llamativo que, como reconoce Rafael Simancas en el libro, Zapatero se desentendiera de la investigación del tamayazo cuando llega al Gobierno de la nación en 2004 con el argumento de que no era demasiado interesante hacer de ello un asunto central porque podría desestabilizar a la Comunidad de Madrid y al propio PSOE, por su responsabilidad al incluir a estos dos tipos en la las listas.

P. Con la lectura del libro se observa cómo son los entresijos a la hora de conformar las listas electorales, al menos en el PSOE en ese momento. Se negocian en reservados de restaurantes, en hoteles, con personajes que son auténticos sinvergüenzas…
R. Hay un pasaje, en el que quizá no se ha reparado demasiado, en el que explico que el entorno de Simancas traslada a la dirección federal que no va a incluir ni a Tamayo ni a Sáez en las listas y reciben una indicación expresa por parte de Ferraz (sede federal del PSOE) en el sentido de que “sí o sí” tenían que estar incluidos. Si no los incluía la dirección de Madrid, lo haría la federal a través de la Comisión de Listas. Al final, la traición fue, primero a los electores; en segundo lugar a Rafael Simancas; pero muy singularmente también a la dirección federal del PSOE, muy interesada en que los traidores estuvieran en la lista ya que pertenecían a la corriente “renovadores por la base” dirigida por Balbás, que jugó un papel determinante en la elección de Zapatero como secretario general del PSOE en el 35 Congreso.

P. Queda la impresión de que las heridas siguen abiertas, de que las relaciones Esperanza Aguirre y Gallardón por estos hechos siguen enconadas; que Simancas sigue tocado…
R. Creo que la parte del PSOE lo tiene más resuelto porque por esa vía pocas novedades va a haber. No descarto que por parte del PP, en algún momento, pueda haber alguna novedad.

P. ¿Fue una conspiración del PP?, ¿del PP con el PSOE?, ¿fue algo tan simple como que dos personas se llevaran un dineral?
R. No tengo datos que muestren que Tamayo y Sáez hayan tenido un incremento patrimonial notable como consecuencia de la traición. Sí es evidente que ambos formaban parte de una actuación antidemocrática para impedir que Rafael Simancas fuera presidente de la Comunidad. Y ellos no estuvieron solos en su felonía, tal como atestiguan las numerosas coincidencias y datos que avalan que militantes del PP les prestaron un apoyo inequívoco.

P. ¿Fue un golpe de Estado?
R. Fue un golpe civil a la voluntad democrática manifestada en las urnas por un millón y medio de personas que querían que hubiese un Gobierno de izquierdas.

P. ¿Hay muchos indeseables en la política? Personajes que aparecen en su libro siguen deambulando…
R. Algunos siguen deambulando, pero básicamente todos están amortizados políticamente. Unos han ascendido, otros han cambiado de actividad, pero básicamente diez años después  no queda títere con cabeza.

P. Balbás, el jefe de los “renovadores por la base” es un personaje curioso…
R. Prácticamente es el único que sigue haciendo lo que hacía, es decir, dedicarase al asesoramiento. Es auditor, es contable y parece ser que los negocios le van muy bien, incluso con proyección internacional en algún país exótico incluso, con lo cual la crisis no le ha hecho mella.

P. Se define como cristiano que utiliza métodos leninistas…
R. Presume de ser un gran estratega. Bueno…, es conocido por algunas intervenciones en alguna conocida TDT.

Presiones fácticas

P. ¿Se paralizó algo que hubiera en el programa de izquierdas (PSOE-IU) especialmente peligroso o importante para alguien?
R. Rafael Simancas iba a ser un presidente incómodo porque ponía en entredicho muchos intereses económicos que había en juego. En su momento se hizo mucho hincapié en el modelo urbanístico; pero también había otro tipo de intereses, singularmente todo lo que tiene que ver con Caja Madrid, habida cuenta de que Rafael Simancas ya había dicho en una entrevista periodística que Blesa no iba a continuar al frente de la entidad. Además había otro tipo de intereses en juego de primerísimo nivel, hasta el punto de que Rafael Simancas recibe presiones directas por parte de determinados poderes fácticos que le envían emisarios advirtiéndole de que tuviera mucho cuidado en lo que hacía, sobre todo en asuntos relacionados con la enseñanza concertada, los horarios comerciales y los intereses sanitarios privados. Creo que todos esos elementos pesaron mucho como para que hubiera movimientos subterráneos, no necesariamente relacionados con el tamayazo, o quién sabe si también con el tamayazo para evitar que Simancas fuera presidente de la Comunidad de Madrid.

Con el autor, el libro y la bici en otra foto, espontanea, de FRAN LORENTE

“El tamayazo es una herida abierta de la democracia”

“No descarto que por parte del PP, en algún momento, pueda haber alguna novedad”


“La traición fue a los electores; a Rafael Simancas; pero muy singularmente también a la dirección federal del PSOE”

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