Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

jueves, 4 de julio de 2013

María José Vivó, violonchelista en la Orquesta y Coro de RTVE

María José en el Monumental, en una foto de FRAN LORENTE
María José Vivó tiene unos magníficos 50 años, de los cuales treinta los lleva en la Orquesta y Coro de RTVE. La tradición musical valenciana hizo que desde los 8 años empezara con el violonchelo, un instrumento del que se enamoró desde la infancia y en el que puso todo su empeño. “Es el instrumento que más similitudes tiene con la voz humana”, explica mientras recuerda aquella infancia en la banda de música, en la que era la única niña que tocaba el violonchelo.

Cuando finalizó la carrera musical consiguió un contrato para una zarzuela en el foro, era la época de la movida madrileña. Así que, con apenas 20 años  se vino de su pueblo valenciano, Benaguasil, a Madrid. A un piso en la Glorieta de Bilbao. Poco a poco todo el edificio, “excepto un piso en que vivían unos viejitos encantadores que disfrutaban con nuestros ensayos”, se fue llenando de músicos. Fueron tiempo de buscarse la vida y aprobar la oposición. Tras aprobar la oposición, estuvo un año estudiando en París con una excedencia, donde también fue música callejera.

Ahora los problemas son otros. Las sospechas de que con la excusa de la crisis el Gobierno quiere asestar su último golpe a la Orquesta y Coro de RTVE son clamorosas.

Y allí estuvo María José con su violonchelo. El 9 de junio en la madrileña plaza de Oriente. El foro se llenó de música clásica popular en un concierto al que acudieron miles de personas. Pero no fue un concierto normal. Fue un espectacular acto reivindicativo organizado por los miembros de la Orquesta y Coro de RTVE. Un acto sufragado por el propio bolsillo de la plantilla y que no tuvo los permisos necesarios hasta el último momento.

La cuestión es que RTVE quiere  limitar la actividad de la Orquesta y Coro al periodo de temporada, lo que supondría prácticamente su desaparición y la pérdida de su papel esencial como servicio público cultural. Nos cuenta nuestra violonchelista que intentan convertirles en “fijos discontinuos diferenciándonos con el resto de la plantilla de RTVE”. La temporada, normalmente es de octubre a mayo, pero… “para más inri ¿quién no nos dice que también se reduzca la temporada?”, se pregunta María José.

Nos recuerda que es mandato constitucional que los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho, y esto, está peligrando.

Con su violonchelo, su herramienta de trabajo.
Tiene claro María José que “la empresa” no tiene ni idea de lo que es una orquesta: “Una orquesta profesional de este nivel no se puede mantener trabajando un mes sí y otro no. Es necesaria la continuidad”. Si esto se lleva a cabo, se perderán definitivamente las actividades pedagógicas, las grabaciones y las giras.
Y no se arredra a la hora de criticar la actitud de la delegación, o sea la gestión: “No nos contratan fuera, hemos desaparecido de todas partes. Nos hemos convertido en una Orquesta y Coro invisibles”. Ni siquiera son visibles en la televisión pública estatal, donde ha hubo programas musicales y pedagógicos de gran éxito como El Conciertazo. Ahora sólo tienen presencia el fin de semana a las ocho de la mañana. Se lamenta María José, “no tiene sentido nuestra invisibilidad y más teniendo en cuenta que pertenecesmo a la Radio Televisión Española; nos consideran un estorbo; la cultura estorba”.

Considera nuestra profesora que para pilotar la Orquesta y Coro de RTVE hacen falta dos elementos fundamentales: que las personas directivas sean músicas o, al menos tengan mucha relación con la música y que sean gestores culturales; además de que haya comunicación con la plantilla, cosa que no ocurre.

María José, a pesar de desbordar sonrisas y optimismo se teme muy seriamente que detrás de todo esté la desaparición de la Orquesta y Coro, después de más de cincuenta años de vida. Si esto ocurriera también seríamos la vergüenza de Europa. Seríamos el primer país donde ocurriera; y cita con envidia a Gran Bretaña, donde la BBC cuenta con cinco orquestas y tres coros. Y recuerda el compromiso que existe con la UER (Unión Europea de Radiodifusión) por el cual se retransmiten conciertos a toda Europa. Y como con tantas cosas de titularidad pública, María José proclama que “no somos más rentables porque no quieren”. La radio y televisión pública corre grave riesgo de ser privatizada con esta ola de neoliberalismo que se ampara en la crisis, y han empezado el ataque por la parte más débil.

No entienden los que mandan qué es amor a la música. Ni entienden la disciplina que supone tocar un instrumento al nivel de la Orquesta y Coro de RTVE, en el que “nos examinamos a diario”, recuerda María José, “tenemos que ser y somos personas responsables y disciplinadas”.

Me relata su jornada laboral, en la que tienen que fichar, “otro absurdo” porque hay obras en las que tienes que estudiar y estudiar en casa y otras en las determinados instrumentos no tienen ni que aparecer. Y las enfermedades laborales cronificadas que padecen, en su caso en manos espalda, brazos; ni los decibelios que tienen que soportar, “seguro que prohibidos en otras profesiones y que aquí se solventan con unos tapones especiales, que seguro nos han traído los peores”.

Y no sin cierto amargor, asegura que se sienten “olvidados por todo el mundo”.

Dificultades añadidas 

Conmigo, pillados por Fran Lorente, intentando no salirme del pentagrama.
Un coro mixto, lo que tiene, es que representa a la Humanidad, por lo tanto sus voces están repartidas 50 por ciento, mujeres; 50 por ciento, hombres. En la orquesta, las mujeres ya son el 40 por ciento. Otra cosa son las dificultades añadidas por ser mujer. María José está divorciada y tiene un hijo de 13 años. La conciliación es imposible. De octubre a mayo, los jueves y los viernes hay concierto a las ocho de la tarde, por lo que tiene que contar con alguien que se encargue de su hijo a esas horas. Y en los tiempo de las giras…, pues ahí aparecían las madres con la descendencia. El tiempo se le escapa de las manos entre atender la casa, al niño, estudiar, ensayar y actuar.
Y recuerda María José cómo hasta una semana antes de parir seguía tocando, “y las patadas que daba el bebé cuando algo no le gustaba. Aquí no existen ayudas, ni horas, ni lactancia; y no podemos acogernos a reducción de jornada porque no se puede tocar el 60 por ciento de una obra…, y tampoco existe nadie que nos sustituya”.

Ahí va el violonchelista preferido de María José con uno de sus temas, o su tema, preferido. Además de conocer mejor la labor de la Orquesta y Coro de RTVE, me he llevado conocer a Yo-Yo Ma.




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