Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

miércoles, 5 de febrero de 2014

Alejandra Barella y la música callejera en Madrid (III)


En una foto de Fran Lorente, junto al Conservatorio.

El caso de Alejandra es uno de los más sangrantes en el caso del polémico casting municipal para regular la música callejera en el distrito centro de la capital. Aunque hará cosa de diez años haya actuado en fiestas populares ella no es cantante callejera. Se presentó a la prueba por si un día le apetece cantar en la calle, “por no tener una limitación. Suponía que era un mero trámite, algo burocrático”, asegura la vocalista. La sorpresa saltó cuando fue considerada “no apta”.

Que Alejandra Barella haya sido considerada “no apta” es síntoma de las irregularidades con las que se ha realizado la selección de músicos porque es imposible que no superara un casting serio, riguroso y profesional. Alejandra es una profesional de la música, vive de la música. A pesar de haber trabajado durante ocho años como arquitecta técnica, su vida es la música, algo que descubrió con 14 años a través de la de Michael Jackson. A partir de ahí descubrió la “trascendencia de la música negra” y siente “fascinación por el movimiento unido a la canción. Todo ser es una máquina de expresión”.

Su profunda vocación, su talento y su disciplina consiguieron que superara el casting del musical dedicado a Michael Jackson tras su muerte (Forever King of pop). Y de ahí pasó a ser ella directiva del musical y seleccionar artistas. Participó en la gira nacional e internacional. O sea, que sabe lo que es un casting. Es cantante desde hace veinte años y su curriculum es impresionante. Ha cantado en directo con distintas formaciones de funk, soul, jazz, electrónica, indie. Y paradojas de la vida… En 1997 el Ayuntamiento de Madrid la premió como mejor voz solista en los Premios Rock Villa de Madrid.

Pillados por Fran Lorente con un espantoso frío madrileño.
Evidentemente quedó sorprendida tras no superar la controvertida prueba municipal, por lo que está manteniendo una intensa relación epistolar con el Ayuntamiento pidiendo explicaciones. “Después de la prueba escribí una carta para saber por qué no he sido apta” y en la contestación le explicaron que no había superado los criterios. Estos son: actitud para tocar en la vía pública, nivel de interpretación musical, capacidad de entretenimiento y potencialidad para causar molestias al vecindario. “Lo más sorprendente es cómo evalúan la capacidad de entretenimiento”, explica Alejandra con cierta indignación. Luego pidió conocer la nota. Logró un 59. Le explicaron que el máximo era 80 y que para aprobar era necesario un 65. Esto tampoco lo entiende “¿no debería aprobarse con 40? ¿No supone esto poner un tope para hacer una criba?”, se pregunta.

Piensa que “el casting podría haberse hecho mejor y con más respeto hacia los profesionales. Sin el arte no se puede vivir. Es imprescindible para el ser humano porque es la esencia del ser humano. La música es arte, pero muchos vivimos de la música y entonces también es un trabajo”, proclama.

Y a pesar del frío, de la policía municipal y de los medios técnicos, Alejandra se atrevió a cantar para nosotros en la calle:


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