Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

jueves, 26 de febrero de 2015

Paloma Santos, manipuladora en una fábrica de condones

Paloma en una foto de @frlorente.

“Empaquetar condones es un trabajo muy monótono”


Paloma Santos tiene 37 años y, aunque madrileña de nacimiento, es alcorconera de adopción desde los 6. Siendo muy joven comenzó a trabajar en una tienda hasta que “hace ya dieciséis años envié mi curriculum a Chicco, que es la conocida marca de material para bebés  del mismo grupo de empresas [Arsana]”, explica Paloma. No sé si curiosa o paradójicamente es empleada en Control, la marca de los preservativos de Tecnilatex, del Grupo Artsana, donde es manipuladora. Y reconoce, “empaquetar condones es un trabajo muy monótono”. Paloma tiene un niño de ocho años y una niña de cuatro, pero reconoce que “en la empresa siempre se ha dado muchas facilidades a la plantilla en el tema de la conciliación”.

Paloma y su compañera Yolanda, que es muy tímida para salir en las fotos, me explican un poco de qué va esto de fabricar, empaquetar y distribuir condones. Un asunto sensible, que tiene su enjundia y que mueve millones.

La fábrica es parte de la historia de Alcorcón donde la producción de condones “made in Spain” llegó a dar empleo a ciento cuarenta personas. El problema gordo llegó en verano de 2013 cuando esa producción se trasladó a Tailandia, epicentro mundial de la fabricación de preservativos.

Antes de aquel momento se planteó un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) durante un año, aunque sólo se extendió durante seis meses. “En realidad trabajo no faltaba, los expedientes se acometieron por los costes”, explica Paloma, quien asegura que “aunque vivimos momentos muy tensos, sí hubo fluidez en las conversaciones con la empresa”.

De aquellos días, Paloma que está afiliada a CCOO, recuerda cómo la plantilla llevó a la práctica esa moneda con dos caras: presión y negociación. Finalmente, el ajuste de plantilla afectó a treinta y nueve personas, en vez de cincuenta que era la cifra inicialmente manejada. Asimismo, además del empaquetado y distribución, se mantuvo la producción de los preservativos retardantes para todo el mundo. O sea, casi millón y medio de condones anuales.

Tailandia se ha convertido en el epicentro mundial de la producción de profilácticos


Pero Paloma nos recuerda que “el asunto empezó poco a poco, que paulatinamente se fue reduciendo trabajo. De hecho, finalmente nos hemos quedado con dos turnos al día, de siete de la mañana a tres de la tarde y de tres a once de la noche. El tercer turno, de la noche, ha desaparecido”.

Como tantos productos, la cuestión es que Tailandia es un mercado mucho más barato. La de Alcorcón era la última gran fábrica que producía en España. Previamente abandonó Durex, que también marchó a Asia.
Se trató, por lo tanto, del típico despido de las multinacionales. Una decisión tomada a miles de kilómetros mirando números, cuentas de resultados y formas de abaratar costes independientemente de las condiciones laborales de los trabajadores asiáticos. El objetivo volvía a ser ganar más dinero unos pocos aunque eso implique despidos.

Pîllados por @frlorente en explicaciones relacionadas con tamaños.
Cosas del látex

Tecnilatex pertenece a Artsana Group, S.A., que tiene ocho unidades de negocio, veintiún filiales y más de cien distribuidores en todo el mundo. Su plantilla en el planeta es de unas 7.400 personas y más de 50.000 productos para marcas como Control, Chicco, Prenatal y Lycia entre otros.

En Alcorcón se continúa realizando el proceso completo con los condones retardantes. A la ciudad madrileña llega el látex líquido y salen los profilácticos empaquetados para todo el mundo. El secreto del “retardado”, según nos cuentan, es un suave anestésico, la benzocaína. También nos aseguran que los controles de calidad son increíbles.

Como sabemos, los condones se hacen de látex, que no es otra cosa que una dispersión en agua de productos del carbono, obtenida de la corteza del árbol de un árbol. Su utilización es antiquísima. Ya los indios amazónicos lo usaban como impermea

bilizante de sus ropas, secando y ahumando la capa de látex, pero con esta técnica se rompía fácilmente. Fue en 1840 cuando Charles Goodyear ideó el proceso de vulcanización, lo que aumenta la resistencia y elasticidad del látex. Este descubrimiento permitió el desarrollo de la industria de neumáticos para coches y preservativos.

Los profilácticos se fabrican en máquinas de más de treinta metros, formadas por cientos de eslabones unidos, de los que cuelgan unos moldes de vidrio articulados con la forma del preservativo.









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