Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Sufragistas (Suffragette)

Muchos derechos han costado lo indecible ser conquistardos. Pelear incluso hasta la muerte. Y esa amnesia tan colectiva como selectiva que todo lo envuelve hace que desconozcamos, cuando no, despreciemos, el sacrificio, los sacrificios de nuestros padres, abuelos, bisabuelos. Bueno, en el caso de las sufragistas no cabe el genérico: nuestras madres, abuelas, bisabuelas… El 4 de junio de 1913, en el hipódromo de Epson moría, pisoteada por un caballo, Emily Wilding Davison, afiliada a la Women´s Social and Political Union (Unión Social y Política de las mujeres). En esos días se desarrolla la tremenda historia que nos cuentan en Sufragistas (Suffragette).

En la lápida de Emily puede leerse el lema de su organización: “Hechos, no palabras”; una organización creada por EmmelinePankhurst, una de las mujeres más importantes del último siglo para la causa del feminismo y por tanto para la causa de la humanidad. Pankhurst está interpretada en Sufragistas por Meryl Streep, en un papel tan breve como contundente.

Resulta llamativo que un país como Gran Bretaña, con gran tradición democrática (al menos eso nos vienen diciendo como un mantra), tuviera hace menos de un siglo gobiernos tan cerriles e intolerantes como para que el movimiento sufragista tuviera que ser especialmente contundente en sus acciones. Quizá tenga algo que ver que se trate de un país con gran tradición capitalista en el que también los derechos laborales tuvieron que pelearse muy duro.

Relacionado con ello, en Sufragistas vamos a ver una vertiente distinta del incipiente movimiento feminista. Veremos, entre realidad y ficción, como fueron mujeres trabajadoras las que empujaron la posibilidad de conseguir el derecho a votar. Un derecho que tardó mucho en llegar y que aún es un imposible en muchos países.

Pero hay más. Veremos a unas mujeres combativas, casi guerrilleras, en una historia que nos impacta porque nos indigna; que nos sorprende porque nos conmueve. Son mujeres que sobreviven en el escalón más bajo, no son nadie, no son nada…, hasta que se unen, se organizan y luchan. Eran mujeres que ni siquiera tenían potestad sobre sus hijos o hijas. Los padres, en masculino que no en genérico, eran auténticos propietarios de la prole, que podían vender… De esto no hace ni siquiera un siglo en la más occidental de las democracias.

Se trata por tanto de una cinta imprescindible para no olvidar. Para que esas niñas, esas adolescentes de hoy sepan que no pueden bajar la guardia…

(*) La muerte de Emily Wilding quedó grabada, AQUÍ.

Dirección: Sarah Gavron.
Guión: Abi Morgan.
Intérpretes: Carey Mulligan, Helena Bonham-Carter, Brendan Gleeson, Meryl Streep, Anne-Marie Duff, Ben Whishaw, Grace Stottor, Geoff Bell, Amanda Lawrence, Shelley Longworth, Asam Michael Dodd.
País: Reino Unido.


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