Blog de Alfonso Roldán Panadero

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En las fronteras hay vida y tuve la suerte de nacer en la frontera que une el verano y el otoño, un 22 de septiembre, casi 23 de un cercano 1965. En la infancia me planteé ser torero, bombero (no bombero torero), futbolista (porque implicaba hacer muchas carreras), cura (porque se dedicaban a vagar por la vida y no sabía lo de la castidad...) Luego, me planteé ser detective privado, pero en realidad lo que me gustaba era ser actor. Por todo ello, acabé haciéndome periodista. Y ahí ando, juntando palabras. Eso sí, perplejo por la evolución o involución de esta profesión. Alfonso Mauricio Roldán Panadero

jueves, 30 de octubre de 2014

75 años de la travesía del Sinaia

Rumbo a la Libertad


Los españoles que emigraban a México a fines del siglo XIX y principios del XX en busca de una mejor vida eran llamados de manera despectiva “gachupines”. Este sambenito desapareció a raíz del exilio español que llegó a México huyendo del franquismo español y el nazismo.  La vanguardia de ese refugio llegó al país hermano hace 75 años a bordo del mítico buque Sinaia. El Sinaia era un vapor de bandera francesa fabricado en 1924 que fue fletado por el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE) con dinero de la República por orden de Negrín tras una invitación del presidente mexicano Lázaro Cárdenas.

Fueron 1.599 personas: 953 hombres; 393 mujeres y 253 menores de quince años quienes aquel 24 de mayo de 1939 pudieron embarcar en el puerto mediterráneo de Sète con rumbo a México. Aunque se hicieron dos escalas, en Madeira y Puerto Rico, el pasaje no tomó tierra hasta atracar en Veracruz, el 13 de junio.

Según relata Andrés Trapiello viajaron en aquel mítico buque algunas de las personas más preparadas de la República Española: abogados, médicos, ingenieros, maquinistas, intelectuales, artistas y operaros cualificados que correspondieron con generosidad y de Cárdenas trabajando en México como en patria propia.

El Sinaia medía 112 metros de longitud y pesaba doce mil toneladas; viajaba a una velocidad de 14 nudos y se planeó para transportar a 132 pasajeros en cabina y 522 en la zona de tercera clase, con lo que en la travesía del exilio español se dobló su capacidad. La tristeza del pasaje pesaba más que el propio pasaje. A pesar de ello y el hacinamiento, durante el viaje se desarrollaron multitud de actividades artísticas y culturales.

Los intelectuales (periodistas, escritores y artistas) confeccionaron gracias a un mimeógrafo un periódico diario que daba cuenta de noticias captadas por radio y de cuantos sucedidos se producían a bordo, así como un capítulo dedicado a explicar las políticas del presidente Cárdenas. Fue dirigido por el comunista Juan Rejano y con la colaboración de Ramón Iglesia, Manuel Andújar, Juan Varea, José Bardasano, el gran poeta Pedro Garfias o Eduardo de Ontañón. El Sinaia, diario de la primera expedición de españoles republicanos a México se convirtió en una útil y entretenida herramienta de información.

Tampoco faltó la música con la Banda Madrid, en realidad la antigua banda del 5º Regimiento, dirigida por el maestro Oropesa, que amenizó cada jornada con música española: pasodobles, zarzuelas, emotivas piezas regionales hicieron más llevadera la travesía.

“Defensores aguerridos de la democracia republicana”

A las cinco de la tarde del 13 de junio de 1939, el Sinaia atracó en el puerto veracruzano, y una comitiva del gobierno mexicano junto con 20 mil personas de sindicatos y asociaciones civiles dio la bienvenida a los refugiados con la presencia del secretario de Gobernación mexicano, Ignacio García Téllez, que en sus palabras de bienvenida señaló:

“No os recibimos como náufragos de la persecución dictatorial a quienes misericordiosamente se arroja una tabla de salvación, sino como a defensores aguerridos de la democracia republicana y de la soberanía territorial, que lucharon contra la maquinaria opresora al servicio de la conspiración totalitaria universal. El Gobierno y pueblo de México os reciben como a exponentes de la causa imperecedera de las libertades del hombre. Vuestras madres, esposas e hijos, encontrarán en nuestro suelo un regazo cariñoso y hospitalario”.

Al Sinaia le siguieron otros buques como el vapor Ipanema en julio con 998 exiliados, y el Mexique con 2200. Hasta 1942, se calcula que, entre 22.000 y 30.000 españoles llegaron al país.

España que perdimos...

“España que perdimos, no nos pierdas;
guárdanos en tu frente derrumbada,
conserva a tu costado el hueco vivo
de nuestra ausencia amarga
que un día volveremos, más veloces,
sobre la densa y poderosa espalda
de este mar, con los brazos ondeantes
y el latido del mar en la garganta”.

Entre España y México. (Escrito a bordo del Sinaia)
Pedro Garfia, premio Nacional de Poesía en 1938.


Para Saber más:
Días y noches, (novela): Trapiello, Andrés.
Palabras del exilio. Concepción Ruiz-Funes Montesinos y Enriqueta Tuñón. Biblioteca Miguel de Cervantes.

Listado de pasajeros del Sinaia: //www.fpabloiglesias.es/  (Fundación Pabo Iglesias).



martes, 28 de octubre de 2014

Dos días, una noche. Un drama laboral al día

Si hubiera que etiquetar Dos días, una noche en un género y subgénero fílmico, se trataría de un drama laboral. Una historia que cabe en cualquier país europeo sumido en esta crisis en la que nos ha metido el capitalismo extremo. Una historia que los guinistas, advierten, habría sido muy diferente en un a gran empresa con representación sindical.

El personaje que lleva el peso de la película es Sandra, magistralmente interpretado por Marion Cotillard. Sandra ha estado de baja laboral por depresión y a la hora de reincorporarse a su puesto de trabajo se encuentra con la ocurrencia de su jefe: Los dieciséis compañeros de Sandra deben decidir si renuncian a su prima para que ella pueda reincorporarse.

Tras una primera votación, sólo dos están a favor de la reincorporación de Sandra y renunciar a su prima de 1.000 euros. Pero ante las presiones del capataz en esa votación, Sandra convence al empresario para que se repita. Es viernes, tiene hasta el lunes para convencer a sus compañeros con el único apoyo de Manu, su marido.

La falta de relaciones laborales, la desregulación, la individualización en las negociaciones, la moda de utilizar la crisis como excusa, empresarios que se transforman en Pilatos después de convertir en una selva los centros de trabajo, después de azuzar el enfrentamiento entre trabajadores -cada vez más esclavos y menos trabajadores-, demolición de la conciencia de clase…, eso es Dos días, una noche.

Acompañamos a Sandra en su angustioso viaje de fin de semana, en ese batallar por no perder su puesto de trabajo desde una autoestima desmadejada. Visitamos a sus compañeros, cada uno con sus problemas, sus necesidades, sus razones… Sandra hace despertar alguna conciencia, es la chispa para cambiar vidas, se encuentra con muros de cemento, con conciencias, egoísmos y solidaridades. En definitiva, con seres humanos convertidos en un tribunal.

Eso sí, un tribunal con truco, atenazado por el miedo al paro, a la no renovación de un contrato, a no poder pagar la luz, a no poder dar una educación a los hijos... Ese miedo que tan magistralmente sabe manejar el capitalismo para nuestro desastre personal. Una baja laboral ha sido la espoleta para la trágica historia de Sandra, quizá el elemento más débil a primera vista.

Pero la solución existe para levantarse: la dignidad de la clase obrera.

País: Bélgica, Francia e Italia.
Director: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne.
Guión: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne.

Reparto: Marion Cotillard, Fabrizio Rongione, Pili Groyne, Simon Caudry, Catherine Salée, Batiste Sornin, Alain Eloy, Myriem Akeddiou, Fabienne Sciascia, Olivier Gourmet.

lunes, 27 de octubre de 2014

Magical girl: Mujeres que roban la voluntad


Una niña enferma de leucemia, que una hija muera, es algo que va contra natura. Es terriblemente doloroso. Es algo que nos llega al hígado. Un padre es capaz de cualquier cosa para que su hija no muera y si la muerte es irreversible, es capaz de cualquier cosa para que sea feliz, para que vea cumplidos sus deseos. Ese es elemento central del puzzle que es Magical girl. Alicia está enferma y su gran deseo es tener el vestido de la serie japonesa Magical Girl Yukiko. Luis, su padre hará lo indecible para cumplir el deseo de su hija.

Pero el destino, o la casualidad que siempre tengo dudas al respecto, hace que aparezca Bárbara una mujer especialmente complicada. Vale, una persona bastante desequilibrada que desde la infancia roba la voluntad de un profesor de matemáticas como sólo una mujer sabe hacer. Es la manipulación llevada al extremo. Una manipulación capaz de doblegar y destrozar la vida de ese profesor, magistralmente interpretado por José Sacristán.

Las circunstancias dan lugar a nuevas circunstancias y la perversión humana a nuevas perversiones con ese fondo inquietante y de estética manga al que tan aficionado es el director de la cinta, Carlos Vermut.

Efectivamente, de la sala oscura sales impactado, o impactada. En eso consiste también el cine. ¡Ah! Y dos detalles más: coincido en que la Constitución Española es el libro menos leído de las bibliotecas y…, si no hubiera recortes en la educación madrileña no habría historia…

País: España
Director: Carlos Vermut
Guión: Carlos Vermut
Reparto: Luis Bermejo, José Sacristán, Bárbara Lennie, Lucía Pollán, Israel Elejalde, Alberto Chaves, Teresa Soria Ruano, Miquel Insúa, Elisabet Gelabert

domingo, 26 de octubre de 2014

Lasa eta Zabala, una película y…, algo más


El día 20 de octubre conmemoraba el tercer aniversario en que ETA hizo pública su decisión de “cese definitivo de la violencia”. Y es en este escenario en el que se estrena Lasa y Zabala (Lasa eta Zabala) del director vasco Pablo Malo. Según escribe Malo, “es ahora, con el cese de la violencia cuando se abre un escenario político y social diferente y podemos acercarnos a esta historia desde el respeto a los implicados, a sus familias y a lo sucedido, contando a través de los personajes claves y haciendo especial hincapié en el punto de vista humano, consiguiendo que el espectador pueda empatizar con cómo dos jóvenes, con un ideario abertzale que les llevó a engrosar las filas de ETA, fueron secuestrados, torturados y asesinados”.

No hace falta ser muy mayor para recordar que en octubre de 1983, los refugiados vascos Josean Lasa y Joxi Zabala desaparecieron misteriosamente de Baiona. El terrorismo del GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) había nacido, o quizá renacido, bajo el amparo del Estado.

Doce años después, en 1995, Jesús García, un policía alicantino reabre el caso al relacionarlo con la aparición, diez años antes, de dos cuerpos enterrados en cal viva y que continuaban sin identificar. Guerra sucia policial, investigación, juego sucio judicial, convierten a esta película un thriller. Una cinta tan dura como imprescindible para acercarnos un poco a “la cuestión vasca”.

La cinta se centra en los hechos concretos del caso Lasa y Zabala y está escrupulosamente basada en relatos documentados. No es su objetivo ahondar más. Pero a  mí, en este asunto como en otros, siempre me asaltan los porqués. Los GAL surgen un año después de la abrumadora victoria del PSOE de 1982 y poco más de dos años después del Golpe de estado de Tejero. Pero hubo que esperar a 1995 a que este asunto se convirtiera en mediático. Fue, paradójicamente, espoleado por ese PP de Aznar que ganaría las elecciones por los pelos en 1996. Un Aznar que incluso hablaba catalán en la intimidad.

Una larga guerra sucia


Pero tal como yo mismo publiqué en junio de 1998 (El gato encerrado), “la guerra sucia contra ETA fue una actividad amparada por sectores de las Fuerzas de Seguridad del Estado, mucho antes de que los GAL comenzaran a actuar”. Escribía estas líneas en un reportaje de investigación sobre la figura de Jean Pierre Cherid, un tipo que fue de la OAS y, huyendo de Francia, se prestó a trabajar para los servicios secretos franquistas. El permiso de residencia en España le fue concedido el día antes de la muerte de Franco. Participó (no me cabe el supuestamente) en multitud de acciones terroristas, incluida el intento de secuestro de Yoyes. Murió, sin juzgar, manipulando una bomba en Baiona.

Y es que sólo entre 1979 y 1980 se cometieron 33 asesinatos de miembros de ETA o de refugiados políticos en el sur de Francia; hubo 105 heridos y cerca de 300 acciones terroristas. Estadísticas reveladoras si se comprueba que entre 1983 y 1987 el GAL realizó 33 acciones terroristas que provocaron 28 muertes y 32 heridos. Los antecedentes del famoso GAL se pueden encontrar en la Brigada Político Social, dirigida por personajes como Conesa o Billy el Niño; o el Seced, el servicio secreto de Carrero Blanco, embrión de lo que después sería el Cesid.

Es decir, hubo muchos años de silencio desde que en mayo de 1985, la revista Cambio 16 publicara por primera vez la fotografía de los primeros rostros de la guerra sucia contra ETA: los mercenarios Mohamed Khiar, Giuseppe Calzona, el mencionado Jean Pierre Cherid y los hermanos Clement y Gilbert Perret, entre otros…

Pueda parecer que hablando de la película me haya ido por los cerros de Úbeda, pero yo no lo creo, porque sí deseo que en este nuevo escenario de paz, la sociedad se aproxime al dolor de unas víctimas y otras. Lo deseo tanto como que en este país deje de existir la impunidad para los herederos del franquismo. También en este asunto.

Es complicado y creo que en Lasa y Zabala, el personaje de Fede, ayudante de Iñigo, el abogado de las familias; ya apuntaba ese punto de cordura necesaria para acabar con la espiral del terror. La justicia no es venganza. Por ninguna parte.


País: España
Director: Pablo Malo
Guión: Joanes Urkixo
Reparto: Unax Ugalde, Francesc Orella, Oriol Vila, Jon Anza, Cristian Merchan, Ricard Sales, Javier Mora, Iñaki Ardanaz, Pep Tosar, Aitor Mazo, Iban Garate, Iñigo Gastesi, Iñaki Rekarte, Sara Cózar, Pedro Morales

Y ahí va el trailer de la peli:


jueves, 23 de octubre de 2014

85 años del crac del 29, cuando se suicidaban los ricos...


No es el objetivo de estas líneas analizar el Crac de 1929, sino recordarlo ochenta y cinco años después. Recordarlo porque como decía el economista John Kenneth Galbraith los episodios de euforia especulativa que llevan al desastre caen en la desmemoria y están condenados a repetirse. Cada veinte años, aproximadamente, jóvenes ocurrentes, ambiciosos especuladores inventan la rueda una y otra vez. Actualmente padecemos uno de esos momentos propiciados por el capitalismo. La ambición humana no aprende. Pero los poderosos algo sí han aprendido. Aunque haya mucho de leyenda y exageración, en la crisis del 29 eran los banqueros los que se tiraban por las ventanas; en la actualidad son los desahuciados, los más débiles, los que se quitan la vida. Los estudiosos sí coinciden en que una de las consecuencias de la Gran Depresión nacida con el Crac fue la llegada Hitler al poder y la Segunda Guerra Mundial. Las consecuencias de esta crisis aún no están escritas…

Cuentan las crónicas que a las diez de la mañana de aquel jueves 24 de octubre de 1929 sonó la campana que abrió la sesión de Wall Street. Aquel día el patio de operaciones estaba a rebosar. La noche anterior se habían desbocado las ordenes de venta de acciones y hubo que reforzar personal ante una jornada que se esperaba movidita. Una hora después el pánico ya estaba instalado en Wall Street. Según las noticias de lo que estaba ocurriendo traspasaban los muros de la Bolsa, una multitud se fue concentrando en la intersección de Wall Street con Broad Street. La policía tuvo que tomar posiciones para evitar posibles distrubios.

El viernes 25 y el sábado 26 continuó el pánico, que se desbordó con el inicio de la semana. El lunes, el presidente Herbert Hoover hizo una declaración a la que nadie atendió: “Los fundamentos de la economía, es decir, la producción y la distribución, son sólidos y la prosperidad continuará…”

El desastre no tenía fin. La Bolsa siguió su marcha descendente hasta 1932 llegando a perder el 80 por ciento de su valor. A pesar de que “el dejar hacer”, de que el capitalismo más radical fracasó, desde el poder no se ha tomado nota y se sigue inventando la rueda.

Tal como asegura el economista Pablo Martín Aceña en un articulo sobre el crac del 29,  “los consumidores, temiendo un descenso de su renta futura, revisaron a la baja sus expectativas y aplazaron o suspendieron sus compras de bienes de consumo duradero; los productores, ante el empeoramiento de las condiciones de los mercados y desorientados sobre cuál podría ser la evolución de los negocios, se replantearon sus planes de inversión en equipos y nuevas plantas, posponiendo adquisiciones hasta que se despejasen las incógnitas abiertas por la catástrofe de Wall Street. Familias y empresas comprobaron que el crac afectaba al funcionamiento normal del sistema financiero y que se había interrumpido el flujo de crédito bancario”.

Es decir, la burbuja de los felices años veinte reventó. Nada nuevo bajo el Sol…


Ricos y balconing


La perspectiva del tiempo ha aclarado que tiene mucho de leyenda urbana, alimentada por la prensa sensacionalista, esa imagen de banqueros neoyorkinos arrojándose por balcones.

Como el sentido del humor no hay que perderlo, en aquellos días contaba el humorista Will Rogers que una vez estallado el crac, había que hacer cola para conseguir una ventana de hotel desde la que suicidarse.

En esta línea Club de la comedia, también se decía que era peligroso ir andando por las calles de Nueva York porque podía caerte el cuerpo de un suicida y herirte gravemente.
En la semana del Viernes Negro, el morbo suicida traspasó el charco y la prensa sensacionalista londinense contaba las escenas que se vivían en las calles de Nueva York: Los especuladores se lanzaban por las ventanas, los peatones tenían que caminar esquivando cuerpos de financieros…

La historia de los suicidios es muy jugosa periodísticamente pero no hubo tanto suicidio tal como posteriormente estudiaría John Kennett Galbraith y expondría en su obra El crac del 29. De hecho concluyó que hubo más suicidios en los meses anteriores a octubre que en los posteriores.

Y luego estaba el tipo de suicidio…, lo que menos hubo fue balconing. Una de las fórmulas más utilizada por los ricos especuladores fue el disparo en la cabeza, aunque el historiador William K. Kinglaman asegura que el método más empleado fue la asfixia por gas.

Y eso sí…, hubo algunos pudientes que se lo pensaron bastante, como el especulador de Wall Street, Jesse Livermore, que se quitó la vida en 1940.

Y aquí os dejo lo más fashion de aquellos locos años veinte que terminaron por reventar, con un fondo musical de la época, claro:

lunes, 20 de octubre de 2014

Tres años sin ETA


Dibujito de urgencia que subí a Instagram hace tres años @mauri65.

José Félix de Azurmendi cuenta el día que nació ETA, en ese contexto de Guerra  Fría y espionaje. En esos días de crisis en el PNV: "Antes de finalizar 1958, una nueva organización ya tiene forma y nombre. El 31 de julio de 1959, los disidentes de EG-Ekin comunican oficialmente al Lendakari Jose Antonio Aguirre el nacimiento de ETA. Euzkadi (con z todavía) Ta Askatasuna, para “evitar las fricciones que hasta el momento hayan podido darse entre diversas organizaciones patrióticas y delimitar definitivamente los campos de acción respectivos” (Vascos en la Guerra Fría. ¿Víctimas o cómplices? Gudaris en el juego de los espías). De esto, claro, no me acuerdo, fundamentalmente porque no había nacido. Pero sí recuerdo cómo hace tres años, recién llegado de Bilbao, después de horas y horas esperando, ETA hacía público el comunicado que ya circulaba embargado y que suponía “el cese definitivo de la violencia”".
 

Fue la mejor noticia desde la muerte de Franco aunque el propio Partido Popular se ha encargado de que no la hayamos disfrutado como merece. Muchos en el PP y su coro mediático ultra no pueden vivir sin ETA.

Tres años después Otegi, líder de un partido político legalizado y legal, continúa en prisión. Podemos no coincidir con sus opiniones, pero tiene todo el derecho a expresarlas. Nadie puede estar en prisión por expresar sus opiniones.

No son estas líneas para realizar un profundo análisis, que doctores ya tiene la santa madre Iglesia, sino para conmemorar y recordar que desde hace tres años ETA ya no es una preocupación. Que empresarios, sindicalistas, concejales, ciudadanía de a pie, viven sin el miedo en el alma a que un tiro o una bomba acabe con sus vidas. Es algo irreversible.

Aunque muchas heridas siguen frescas, es el 20 de octubre una fecha para celebrar a pesar de que el PP nos niegue la celebración. Como en tantos temas, el Gobierno de Rajoy no mueve ficha y vive enrocado en no tender puentes. El Gobierno del PP mira hacia otro lado a la hora de favorecer la reinserción de los presos y se niega a reconocer que durante la Transición y más allá…, hubo, digamos, abusos policiales, algo que hasta Amnistía Internacional ha venido denunciando.

En Euskadi, en Euskalherría; y también entre las gentes de bien de toda España había, hay, hambre de paz; pero el Gobierno de Rajoy, tres años después, parece hacer el juego a quienes viven sedientos de venganza. Y las venganzas generan venganzas en una espiral infinita.

Para saber más recomiendo algún post como: Los entresijos del final de ETA